Día 1.

lunes, 9 de febrero de 2015 - Publicado por Alba Palomo en 5:42
El primer día de clase las profesoras nos hicieron reflexionar acerca de por qué dejamos de dibujar.
Si nos paramos un minuto y pensamos, la mayoría asociamos dibujar, pintar o hacer manualidades con la asignatura de Plástica en el colegio pero, cuando ya no la damos, dejamos de hacer ese tipo de actividades que, a nuestro modo de ver, eran una manera de escapar de las demás asignaturas que no te dejaban expresar todo lo que llevabas dentro.
Puede ser que esto suceda porque nos parezcan de niños, porque no encontramos la inspiración, porque pensemos que siempre se nos dio mal o porque pensemos que no tiene utilidad.
Lo que si es cierto es que, generalmente, aunque dejásemos de tener clases de Música, no paramos de escuchar a nuestros grupos favoritos o de tocar algún que otro instrumento. 
A pesar del tiempo de reflexión, no llegamos a la causa de este desuso del arte, me explico. 
Quizás esto pase porque falta motivación en esta asignatura, porque nos metieran en nuestras pequeñas cabezas que si no se te daba bien dibujar no podías seguir haciéndolo, porque quizás no nos hayan enseñado que dibujar, pintar o crear algo con nuestras propias manos sea una mera vía para expresar lo que no podemos decir con palabras, poner cara a nuestros miedos, colorear nuestros sentimientos y hacer fluir nuestra imaginación a pesar de que los trazos sean eso, simples trazos que fluyen en el papel y, que a ojos de otros, no dicen nada pero que, a la vez, lo dicen todo.

¿Quién es aquella persona para decirte que se te da mal, si no conoce lo que llevas dentro, lo que quieres expresar? 
¿Quién es un profesor sino el precursor de tu imaginación, quien debe fomentar que sigas expresándote como tus manos manden?

Es triste, muy triste que tan sólo unos pocos encontremos ese alivio en el papel cuando nuestras palabras no son capaces de decir lo que pensamos y que el lápiz nos da la oportunidad de decir, sin miedo, lo que sentimos cuando no nos atrevemos a sacarlo al exterior mediante nuestra voz.
Ojalá esto cambie en un futuro cercano y dejemos de tener nuestras mentes tan matemáticamente cuadriculadas dejando que nuestros pensamientos fluyan, encontrando la gran utilidad de las artes.