Durante esta tercera clase, estuve dibujando. Deje volar mi imaginación, plasmando lo que sentía en ese momento en un folio. Quizá ese miércoles, más que una clase, fue una necesidad. Fue ideal para poder desahogarme y relajarme. Hacía mucho tiempo que había dejado de dibujar, que había olvidado lo que era concentrarme en combinar controles y trazar lineas hasta darles forma y vida creando diferentes tipos de figuras.
Me centre en expresar lo que sentía a través de un dibujo sencillo y al mismo tiempo complicado. Fácil de dibujar pero difícil de entender.
A través de esta entrada invito a la gente a que dibuje, a que se relaje con la pintura y a que se divierta con el arte.
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