Tras este curso y las dos principales actividades que hemos realizado con lo que me quedo es con que cada persona es diferente, cada uno tiene su historia, su entorno, su manera de exprresarse y de ser. Y es perfectamente lógico y válido que cada uno seamos como seamos y nos expresemos de la forma que mejor nos represente sin tener que pensar en lo que dirá la gente por eso nos deberíamos quitar la venda de los prejuicios para poder ver más alla de la primera imagen que se nos crea de una persona. Una primera imagen por la calle no determina si cierta persona es un monstruo terrorífico un hada buena y las personas reales no responeden a un patrón fijo y estereotipado como pudimos experimentar con las muñecas.
Por lo tanto me quedo con la experimentación a través del arte que nos permite expresarnos en función de lo que sentimos, somos, o lo que quizá no somos y con la libertad de saber que nadie puede juzgar que es lo que está bien y lo que está mal.
